domingo, 30 de marzo de 2014

LLANES (ASTURIAS) Y LANESTOSA (VIZCAYA), UNIDOS POR EL ARQUITECTO JOAQUÍN ORTIZ

Joaquín Ortiz García
(1899-1983).
Arquitecto municipal
de Llanes (Asturias)
durante la
Segunda República. 

José Ramón Ortiz Portillo
(Lanestosa, Vizcaya, 1865-
Madrid, 1940).
Arquitecto. Padre
de Joaquín Ortiz.
Fue elegido alcalde
de Lanestosa en 1904 y
reelegido para ese cargo
en 1906. 

Dos vistas de Llanes.
 

Dos vistas de Lanestosa.

martes, 25 de marzo de 2014

LLANES Y LA INVASIÓN NAPOLEÓNICA



Cuando escribí el libro "Llanes y la invasión napoleónica" (que constituye el catálogo de la exposición del mismo título organizada por el Ayuntamiento llanisco en 2008) me resultaron fundamentales las investigaciones de Elviro Martínez Fernández (miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos y autor, entre otras obras, de la titulada “Los documentos asturianos del Archivo Histórico Nacional”) y las aportaciones de la profesora de la Universidad de Oviedo Alicia Laspra Rodríguez, estudiosa de la ayuda que Inglaterra prestó a los españoles para vencer al invasor francés. 
Gracias a Elviro Martínez se conserva el diario de Lorenzo Simón González, beneficiado de la iglesia parroquial de Llanes durante la época de la ocupación francesa (ese texto, que había incluido el miembro del RIDEA en su libro "Estudios de Historia de Llanes", es el hilo conductor del libro y de la exposición). 
La profesora Laspra exploró los archivos del Foreing Office y del Almirantazgo británico y me facilitó correspondencia diplomática y el mapa de los movimientos de las tropas napoleónicas en vísperas de su entrada en Llanes.

Javier Ruisánchez García es el artista plástico al que encargué las ilustraciones para los paneles de la exposición, que después reproduje en las páginas del libro.


Higinio del Río



miércoles, 19 de marzo de 2014

SUZANNE VEGA NOS SIGUE GUSTANDO MUCHO



CON SUZANNE EN EL NIEMEYER

La cantante estadounidense durante su actuación en el Centro Niemeyer
de Avilés, el domingo 13 de julio de 2014.
(Foto: Marieta, del diario EL COMERCIO)

Nacida en Santa Mónica, Los Ángeles, California, en 1959, y vecina de N. Y. C.
Cantante de gran personalidad. 
En Asturias, donde ha dado ya algún concierto, cuenta con muchos seguidores.



Suzanne Vega,
en el Centro Niemeyer
 (Avilés, 13 julio 2014).












Con los músicos que acompañaron a S. V.
en el Niemeyer:
a la izquierda, el batería Doug Yowell,
y a la derecha el guitarrista Gerry Leonard.
(Avilés, 13 de julio de 2014)


Suzanne Vega en Asturias 1

Suzanne Vega en Asturias 2

Suzanne Vega en Asturias 3








lunes, 17 de marzo de 2014

EL ARQUITECTO JOAQUÍN ORTIZ Y LA SEGUNDA REPÚBLICA

La vieja Rula de Llanes. (Archivo de Higinio del Río).



La editorial Hércules Astur de Ediciones publicó en 2011 el libro “Joaquín Ortiz, un arquitecto racionalista”, de Higinio del Río Pérez, que, más allá de la biografía de un personaje singular, constituye un detallado recorrido por la historia del Llanes de la Segunda República.

Considerado como uno de los representantes más destacados de la corriente racionalista, Joaquín Ortiz García (Valladolid, 1899-Ribadesella, 1983), arquitecto municipal del Ayuntamiento de Llanes en los años 30, fue un decidido renovador del lenguaje arquitectónico. A él se deben numerosos proyectos de viviendas unifamiliares en Llanes (muchas de ellas encargadas por indianos), edificios de viviendas como el “Borinquen” (en cuya construcción se utilizaron sistemas novedosos para la época, léase forjado de losa de hormigón o cubierta de fibrocemento) y la casa de Contró; obra pública, como la antigua Lonja del Pescado (Rula); almacenes y fábricas (como SADI, de quesos y mantecas, o la de conservero de pescado Alfonso Cimino), consultorios médicos y sanatorios (como el del doctor José María García Gavito), puentes, calles y plazas (como la de la Corrada de Porrúa) y obras de alcantarillado y abastecimiento de agua. 

En Gijón, donde mantenía abierto un estudio en la calle Ménen Pérez, proyectó en 1936, conjuntamente con su colega Manuel García Rodríguez, el primer “rascacielos” de Asturias, en la plaza de San Miguel.

El libro no sólo aborda la vida y obra del arquitecto, sino un detallado recorrido por una década crucial. Sus páginas contienen una visión de la historia de una localidad durante la Segunda República, reflejada en su vida cotidiana y en el drama de la Guerra  Civil.

Hijo de José Ramón Ortiz Portillo (relevante arquitecto en Santander a finales del siglo XIX y principios del XX), Joaquín Ortiz perteneció al organigrama del Ayuntamiento de Llanes desde 1929 hasta 1937. Socialista y masón, cofundador de la Agrupación Socialista Llanisca (PSOE), presidió en la villa el Círculo Republicano. En la Revolución de Octubre de 1934 desempeñó un activo papel y durante la Guerra Civil fue el único arquitecto integrado en la Comisión Técnica de Fortificaciones militares en Asturias, a las órdenes del gobierno presidido por Belarmino Tomás, según ha podido comprobar el investigador asturiano Luis Miguel Cuervo. Después de la derrota del bando republicano en 1939 se exilió en la República Dominicana (1940-1945) y en Venezuela (1945-1977), países en los que desarrollaría notables proyectos arquitectónicos. A su vida y a su obra se dedicó uno de los paneles de la exposición “Arquitecturas desplazadas. Arquitecturas del exilio”, organizada en 2007 por el Ministerio de la Vivienda en los espacios de Nuevos Ministerios, en Madrid, y dos de cuyos promotores fueron Henry Vicente Garrido y Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes.

En 2011, el Ayuntamiento de Llanes bautizó con el nombre de Joaquín Ortiz uno de los paseos marítimos de la villa llanisca y organizó una amplia exposición de producción propia sobre el arquitecto racionalista.

Joaquín Ortiz, en 1938. Fotografía para la ficha de la Agrupación de Socialistas Asturianos en Barcelona.

Joaquín Ortiz y el ingeniero José María Aguirre fueron dos de los cuatro componentes de la oficina técnica de la Comisión de Fortificaciones, en plena Guerra Civil. 

Ficha de la Agrupación de Socialistas Asturianos en Barcelona, 1938. (Archivo General de la Guerra Civil Española, AGGCE, Salamanca). 




ECO EN LA PRENSA:






Chalet de Basilio San Miguel en Celorio, 1933.

Inauguración del parque de Porrúa, agosto de 1934.

Inauguración de la Rula en abril de 1936.

El sanatorio del doctor José María García Gavito, recién inaugurado a principios de julio de 1936.

Milicianos ante la fachada del Casino, agosto de 1936

Una imagen de la villa llanisca durante la Guerra Civil.




miércoles, 12 de marzo de 2014

LLANES, ASTURIAS Y LOS DESTROZOS CAUSADOS POR LOS TEMPORALES

La mar invadiendo parte del entorno de la playa de Toró. 
(Foto: Gaspar Sobrino. Febrero, 2014).

¿Existe relación entre los violentos temporales de febrero de 2014 y el cambio climático? Hay, al menos, indicios de ello, y sobre esta preocupante cuestión reflexiona Ricardo Anadón Álvarez, catedrático de Ecología de la Universidad de Oviedo, en el artículo que sigue:


Ricardo Anadón


Fotos tomadas en Llanes, Principado de Asturias 
(febrero de 2014):

Toró. (Foto: Gaspar Sobrino).

Toró. (Foto: Gaspar Sobrino).

Toró. (Foto: Gaspar Sobrino).

Toró. (Foto: Gaspar Sobrino).

La Punta del Guruñu.
El Sablón.

El Sablón.

El Sablón.

El Sablón. (Foto: Fidel Dueñas Pedregal).

Playa de Barro.

sábado, 8 de marzo de 2014

BERNOT EN LLANES: UN APELLIDO FRANCO-ALEMÁN QUE NOS LLEGÓ DE LIEJA

Aurora Bernot García,
madre de Pilar Pérez Bernot.

El artículo que reproducimos va a formar parte del libro 
"PILAR PÉREZ BERNOT, TODA UNA DAMA" 
(LA PEQUEÑA HISTORIA DEL LLANES DEL SIGLO XX), volumen en preparación:


LOS BERNOT

La llanisca Aurora Bernot, esposa de Pedro “el Sordu”, supo siempre que su familia paterna provenía de la parte de Bélgica. Solía contar a sus hijos que los primeros Bernot habían llegado a España en la época de Carlos III, para trabajar como especialistas en la fábrica de armas de La Cavada (Cantabria), y que procedían de Lieja, junto a la frontera germana, aunque algunos investigadores sostienen que su origen estaba en Alemania.
La instalación siderúrgica de Liérganes-La Cavada (precedente del complejo fabril de Trubia) fue uno de los más importantes establecimientos industriales españoles en el Antiguo Régimen. Funcionó de 1622 a 1834, y con él se inauguraría la era de los altos hornos en España. Con solvencia, abasteció de cañones la demanda creciente de la Marina -su cliente casi exclusivo- hasta la Guerra de la Independencia. Su ciclo terminó cuando se acabaron los árboles carboneros y hubo que recurrir al carbón asturiano.
Al inicio de su reinado, Carlos III había nacionalizado la fábrica (en manos privadas durante los primeros 135 años, aunque se gestionara con un carácter paraestatal). Sin embargo, los Bernot habían llegado mucho antes, con Felipe IV. Lo hicieron a mediados del siglo XVII, formando parte de un segundo contingente de técnicos extranjeros -apellidados Uslé, Oslé, Arché, Lombó y Waldor, entre otros-, la mayoría de los cuales se ocuparía de las tareas de fundición. Encontramos su rastro en el libro de la Parroquia de Riotuerto, a la que pertenece La Cavada: en marzo de 1649 es bautizada Juana Bernó, hija de Francisco y de Juana; el 12 de febrero de 1662, el párroco Juan Castillo Rubalcaba bautiza a “Matías, hijo de Mathias Vernó y Ana Eslé, su legítima mujer, asistentes en este lugar y naturales de Flandes”, apadrinado por Nicolás Vernó, “también flamenco”. La rama asturiana de los Bernot más documentada es la de Llanes. Los “Apuntes históricos, genealógicos y biográficos”, de García Mijares, dan cuenta de un percance vivido en 1830 por el rapaz Ramón Bernot, quien, mientras pintaba las paredes y bóvedas de la iglesia parroquial junto a sus hermanos José, Francisco y Frutos –llegados al Concejo llanisco cinco años atrás-, sufrió un accidente al ceder el andamiaje y caerse al presbiterio desde una altura de más de 18 metros. Lo más fácil es que se hubiera matado, pero no se hizo ni un rasguño, según cuenta con asombro García Mijares.

En el Padrón de Nobles y Pecheros de 1831 y en los padrones generales de habitantes de 1840 (y sucesivos) está registrado Frutos Bernó, uno de los cuatro hermanos citados, albañil nacido en Liérganes en 1800 y casado con Ana Márquez, costurera llanisca oriunda de Villaviciosa; en el de 1865 aparece Francisco Bernot Fernández, albañil igualmente, procedente de Cangas de Onís, casado con una hermana del rico indiano y futuro alcalde Román Romano Mijares; y en el de 1870 figura Víctor Bernot Fernández (que sería el suegro de Pedro “el Sordu”), vecino de Cimadevilla, cuatro años más joven que Francisco, nacido en Cangas en 1844, desposado con María Marcos Pérez (de la que enviudaría, y se casaría después con la pancarina Rufina García Noriega). De estos dos hermanos quedan unos pocos descendientes, depositarios de uno de los apellidos más curiosos, evocador de los albores de la industrialización y del protagonismo europeo de la dinastía de los Austrias.

Higinio del Río
(LA NUEVA ESPAÑA, 16 de septiembre de 2003)



ALGUNAS FOTOS 
EN RELACIÓN CON EL APELLIDO
BERNOT:

Wulf Bernotat, cabeza visible de la
empresa alemana
del sector energético E-ON.

Gerhard Bernot, consejero-delegado
de la empresa alemana de
productos informáticos
Bernot IT (Information 
Technology),
con domicilio social en Konstanz.

Carbonería Bernot en París, hacia 1936.

viernes, 7 de marzo de 2014

LLANES A LA GUITARRA: EL TALENTO DE JOSÉ ANTONIO GARCÍA FUERTES

OPINIÓN                                                               

Concierto en Kazajstán


HIGINIO DEL RÍO PÉREZ
                             
En Jordán García, contrabajista y violinista de la orquesta "Los Panchines" e hijo del poeta Pín de Pría, se adivinaba un punto de cosmopolitismo poco corriente por estos pagos. Frente al desparpajo castizo de su compañero Panchín -que en las fiestas de Santa Ana de hace cuarenta y tantos años nos cantaba a los críos de Llanes el baile del “Musulmé”- Jordán parecía un intelectual de la Viena dodecafónica. Juraríase que habíamos visto su cara en alguna película de Gloria Swanson, en platós de soñadas metrópolis. Su misterioso pasado, su violín errante, su sonrisa achinada, su bigotito a lo Cugat, su calva cercada de pelo teñido y engominado, sus modales de hombre de mundo y su inalterable compostura -elegante y reservada siempre, lo mismo ante un chato de vino que ante una copa de “Moët & Chandon”- mancaban.


Detrás de su pajarita se encarnaba un enigma de la Babilonia europea de los años cuarenta. Había formado parte de una buena orquesta barcelonesa que llegó a actuar en lujosas salas de París. Cuando regresó a la villa, dignamente derrotado después de cerner lo suyo, nuestros castillos de arena en el Sablín se impregnaron de los sones de sus ensayos en solitario, que salían por las ventanas del piso que habitaba en el “Campu’l gatu”. Metido a tocar pasodobles con Paco “el Coju”, Panchín y Cosmín en la azotea de la Rula, nunca se le oyó presumir de ninguna batalla ganada. A lo sumo, “sotto voce”, soltaba confidencias de un Casanova sin malicia en el bar de María Chín Chín:
- “Me he tirao a una gachí que encima me ha dao mil pesetas”.
Jordán era el único músico llanisco al que el vulgo atribuía una cierta aureola internacional.

Muchos abriles después de aquel Llanes en blanco y negro está empezando hoy a manifestarse el talento de otro músico local, el guitarrista José Antonio García Fuertes, que fue discípulo de Pancho Martín Quintana (aquel personaje clave del Llanes del siglo XX, cazador, taxidermista, maestro de guitarristas y algo bohemio, como Jordán). Profesor en una Escuela de Música de Madrid y concertista habitual, García Fuertes acaba de cerrar con éxito su segunda gira por Kazajstán, una extensa ex república soviética de Asia occidental.
El joven del que hablamos se formó en el Conservatorio Superior de Música de Oviedo y en el Real Conservatorio de Madrid y fue alumno de eminentes profesores como Roberto Martínez y Miguel Ángel Jiménez. Terminó sus estudios con Mención Honorífica en 1999. Desde entonces, ha actuado en sitios de primera, como el Teatro de la Zarzuela y el Ateneo de Madrid, el Palacio Real de Aranjuez, el Auditorio de Zaragoza y el Kursaal de San Sebastián, y ha ganado premios en diversos concursos internacionales. 
Su debú en Kazajstán había salido redondo en 2003, y el triunfo le ha vuelto a sonreír el pasado septiembre en el Teatro de la Ópera de la ciudad de Almaty, donde interpretó dos obras de Joaquín Rodrigo (“Fantasía para un gentilhombre” y “Concierto de Aranjuez”) acompañado por la Orquesta Sinfónica Académica kazaja.

Lo que sucede es que noticias como ésta, que antaño habrían supuesto un revulsivo en los centros educativos, pasan ahora inadvertidas. La música culta acaso está quedando demasiado lejos de la chavalería. Tan lejos como Kazajstán. O como Jordán.

Higinio del Río
(LA NUEVA ESPAÑA, 7 de octubre de 2004)